Tradición e innovación para experiencias sublimes nacidas en las Dehesas
Te invitamos a conocer, paso a paso, el proceso completo que culmina con nuestros productos “Admiración” en los restaurantes y establecimientos gourmet de más de 50 países. Infinitas dehesas, una cuidada genética y la tradición compartida entre generaciones como punto de partida para la selección y crianza de los mejores cerdos ibéricos. Metodología e innovación para la elaboración de nuestros jamones, embutidos y carnes frescas, supervisados de forma individual. Y un exigente canal de comercialización y servicio de atención a profesionales y clientes.
La única forma de conseguir un producto “Admiración” es implicarse desde el primer aliento de cada cría de cerdo ibérico que acabará llevando el sello Blázquez. Es un camino difícil, exigente, que implica elegir de forma individual cada lechón o primal en función de estrictos criterios biológicos, de calidad y de experiencia. Nuestro compromiso con el control de cada punto de la cadena de valor es reconocida por los clientes como sinónimo de garantía.
Más de 30.000 hectáreas de dehesas, colmadas de las bellotas más preciadas para la alimentación del cerdo ibérico, garantizan las condiciones ideales para su proceso de engorde. Cada periodo de montanera es una eclosión de colores desde otoño al invierno, olor a Naturaleza y sabor a manantial. El marco perfecto para el disfrute y el desarrollo de cada ejemplar para producir los mejores jamones, embutidos y carnes.
Esta época, "la montanera", la fase final de su cría, representa un homenaje al cerdo ibérico y a todos aquellos que han hecho posible conseguir un ejemplar magnífico digno de su próximo destino: convertirse en “Admiración” de gourmets de todo el mundo. Y todo ello bajo el estricto control en nuestras propias instalaciones y con un equipo que supervisa cada aspecto de manera minuciosa.
El oficio de artesanos, que han recibido de generaciones anteriores el arte de esculpir piezas perfectas, representa uno de los pasos más importantes dentro de todo el proceso de nuestros productos “Admiración”. Manos firmes para separar con precisión cada una de las partes del cerdo, en atmósferas totalmente controladas en nuestras instalaciones de Peñaranda y Crespos.
Cada factor es controlado de forma exhaustiva en el proceso de salazón y curación para nivelar las mejores condiciones de humedad y temperatura en nuestros jamones y paletas. La supervisión constante permite incidir sobre cada pieza en base a sus características, hasta alcanzar las condiciones adecuadas para dar paso a la etapa de limpiado y asentamiento, que precede al ciclo de secado y curado.
El proceso de curación de cada jamón o paleta “Admiración” representa la danza sigilosa entre los mejores profesionales del mundo y piezas a las que aún le queda por recorrer la parte más importante del camino. Entre tres y cinco años puede durar el letargo de un jamón “Admiración” en nuestras instalaciones, punteras en la producción de los ibéricos más deseados.
Estos “templos” han sido inspirados a partir de la tradición centenaria, compartida durante generaciones, y a la vez diseñados con las últimas innovaciones tecnológicas y arquitectónicas. En ellos, cada pieza se somete a un primer secado que permite calibrar el progresivo cambio de temperatura y reducción de la humedad, hasta su transición a un secadero natural.
Cada sala protege nuestros jamones y paletas a temperatura ambiente, regulada a través de ventanales que canalizan o regulan factores como los flujos de aire con aroma a sierra o la cantidad de luz.
Cada elemento está supervisado por un equipo de producción que vigila constantemente la calidad exigida a cada pieza, y su progresivo proceso de curación, en base a una estricta metodología de análisis de textura, olor o cantidad de grasa.
Superar el exigente control de clasificación interno como jamón “Admiración” le conferirá la responsabilidad de ser portador de una experiencia sublime digna de la familia Blázquez. Reconocible por su forma, tamaño, peso, color, sabor, textura... llegar al paladar de los clientes más sibaritas responderá a un mérito más que ganado desde su origen.
Desde nuestro origen hemos sido un referente entre chefs, hosteleros y profesionales de establecimientos gourmet, primero en España, y posteriormente en más de 50 países. Todo ello gracias a la garantía que supone confiar en nuestra compañía, que culmina todo el proceso de crianza, elaboración y producción con una red de comercialización y distribución eficaz, rápida y con un servicio de atención comprometido al máximo con cada punto del planeta donde se sirve productos Blázquez.